Queremos ver a las conferencias episcopales de Suiza, Alemania, Bélgica, Holanda, Suecia —por decir algunos nombres al azar—, oponerse enérgicamente a este individuo y tomar medidas drásticas, como hicieron —por ejemplo— cuando se levantó la excomunión a los obispos de la FSSPX/SSPX.
Este incansable —empotrado, o como dicen en inglés: “embedded”— enemigo de la Iglesia, con una “pequeñísima” ayuda de la prensa anticatólica, ahora le dió porque tenían que haberlo consultado antes de admitir a los Anglicanos en el seno de la Iglesia.
En periódicos como el italiano La Repubblica, en donde le dieron primera plana:


Pasando por el británico The Guardian:

Ó el francés Le Monde, este individuo hace resonar ‘su indignación’.
El director de L'Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian, ha salido en un editorial titulado “Lontano dalla realtà” (Lejos de la Realidad) a refutarlo en la edición diaria en italiano del diario vaticano.

Seguidamente presentamos el editorial de Vian en una traducción al español proporcionada por la cadena COPE de España.
Lejos de la Realidad
Una vez más una decisión de Benedicto XVI vuelve a teñirse de fuertes tintes, preconstituidos y sobre todo alejadísimos de la realidad. Lo hace lamentablemente, de nuevo, Hans Küng, el teólogo suizo antiguo colega y amigo suyo, a quien el propio Papa, en 2005, sólo cinco meses después de su elección, quiso encontrar, en amistad, para debatir acerca de las bases éticas comunes de las religiones y sobre la relación entre razón y fe. Y ello aunque en 1979, a inicios del pontificado de Juan Pablo II, Küng fue sancionado por algunas de sus posturas por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe (entonces guiada por el cardenal croata Franjo Šeper) que, al término de un procedimiento incoado en los últimos años de Pablo VI, declaró que no se le podía considerar un teólogo católico.
Desde entonces otras veces Küng, infaliblemente citado por medios influyentes, ha vuelto a criticar, con aspereza y sin fundamento, a Benedicto XVI. Como hace ahora –clamorosamente relanzado en Inglaterra por «The Guardian» y en Italia por «La Repubblica», que ciertamente no serán las únicas cabeceras del mundo que publicarán su artículo- a propósito del anuncio, verdaderamente histórico, por parte de la Santa Sede de la próxima constitución de estructuras canónicas que permitirán la entrada en la comunión con la Iglesia católica de muchos anglicanos. Un gesto que se orienta a reconstituir la unidad querida por Cristo y reconoce el largo y fatigoso camino ecuménico realizado en este sentido, pero que se distorsiona y se representa enfáticamente como si se tratara de una astuta operación de poder que hay que leer en clave política, naturalmente de extrema derecha.
No vale la pena subrayar las falsedades y las inexactitudes de este último escrito de Küng, cuyo tono nuevamente deja de hacer honor a su historia personal y en algunos puntos roza la comicidad, ignorando intencionadamente los hechos y llegando incluso a escarnecer al primado anglicano, quien ha firmado una declaración conjunta con el arzobispo de Westminster. Pero desgraciadamente el artículo del teólogo suizo circulará mucho y contribuirá a una representación tan hosca como infundada de la Iglesia católica y de Benedicto XVI. Para resumir la situación actual a la que se [supone] que ha llegado con el actual Papa la Iglesia católica, Küng escribe que se trata de una tragedia. No es necesario perturbar términos tan hiperbólicos para definir su artículo, aunque deja mucha amargura frente a este enésimo ataque gratuito a la Iglesia de Roma y a su indiscutible compromiso ecuménico.
g.m.v.
Actualización Oct-30-2009: Sumandose a los diarios arriba mencionados, hoy ha aparecido el mismo artículo de Hans Küng en traducción al español en El País de España.